La salud mental es un estado integral que abarca el bienestar emocional, psicológico y social de una persona. Es mucho más que la simple ausencia de trastornos mentales; se refiere a la capacidad de una persona para enfrentarse y manejar eficazmente el estrés, las emociones, los desafíos de la vida cotidiana y las relaciones interpersonales.
Es curioso que empecé este post el día 10 de octubre, que es el día internacional de la salud mental. Es un tema que lógicamente nos interesa a tod@s, ya que ha salido del armario ahora si puede hablar del tema sin miedo (en principio) a que seas juzgad@.
Te estarás preguntando que nos puede aportar el Feng Shui para mejorar nuestra salud mental.
El objetivo prioritario del Feng Shui es el bienestar, la armonía más allá del espacio.
El Feng Shui trata esas sensaciones intangibles que se encuentran a nuestro alrededor, va mucho más allá que colocar los muebles en una dirección u otra, aplicar unos colores u otros.
Con mucha cautela, ya que no soy psicóloga y ante un tema tan delicado puede decir que es posible apuntar que el Feng Shui puede aportar beneficios mentales.
Su base mística y espiritual tiene fundamentos prácticos que nos benefician.
La práctica base y el fundamento del Feng Shui es:
— Limpieza y orden.
¿Cómo influye el orden en la salud mental?
Establecer orden puede permitir una mente mucho más clara, más objetiva y enfocada en la tarea que está realizando. Un estudio de la Universidad De Paul en Chicago también demostró la relación entre la acumulación de objetos y la tendencia a procrastinar.
Uno de los síntomas de la depresión es no querer hacer aquellas tareas que nos han gustado siempre, por eso tener una rutina que nos ayude a no procrastinar en el día nos puede ayudar a intentar tener «un orden» diario. Con una mínima rutina de limpieza y orden conseguimos un flujo de energía en nuestro espacio que nos ayuda a sentir sensación de bienestar y tranquilidad.
— Prosperidad de acuerdo con el Feng Shui.
Una vez hemos alcanzado el equilibrio, nuestro hogar puede llegar a convertirse en un imán de prosperidad. La visión que tenemos sobre el mundo, es de abundancia y agradecimiento. Nos sentimos satisfechos con lo que tenemos, pero nos tenemos que esforzar para que es energía positiva siga fluyendo a nuestro favor.
Ese “esfuerzo” por mantener una energía positiva también llega a convertirse en una rutina, observando nuestro entorno, identificándonos con él, apreciándolo y queriendo mejorarlo.
Puede parecerte una tontería, pero es muy recomendable para cualquiera saber desprenderse de aquello que no necesita o simplemente ya no se quiere. Algo tan trivial como escoger dentro de todo lo material que tenemos nos ayuda a descubrir lo que verdaderamente necesitamos, curiosamente suele ser muy poco.
Una vez empezamos con el desapego material, podemos centrarnos en el emocional. Aceptar esto implica vivir el presente con plenitud, sin aferrarse al pasado y sin proyectarse al futuro con miedo y angustia.
Cuanto más ligera sea nuestra carga vital, más ligera será nuestra vida y eso solo lo conseguimos con el “desapego”.
Los vínculos afectivos que tenemos con nuestra pareja, amigos y familiares, mejoran nuestro estado físico en general, lo que ayuda a reducir los niveles de ansiedad, estrés y depresión, conocidos como “factores psicológicos del riesgo”.
https://todoparafengshui.com/ |
Hasta las acciones más pequeñas para dedicarnos un poco de tiempo a nosotr@s mism@s en la vida diaria pueden generar un gran impacto sobre nuestro estado en general.