-Míralo
-Inspira despacio
-Cierra los ojos y frótate suavemente la palma de las manos (no es un reguetón)
-¿Qué notas? ( nada... vuelve a intentarlo) -Abre la ventana o balcón, como mínimo diez minutos, deja pasar la energía yang del viento el agua.
Todo esto te lo propongo, para que esta energía se introduzca en tu conciencia, y que te sientas cómodo con el concepto de la energía espacial y temporal.
Abre tu mente a todos los tipos de energía que existen.
Ahora podrás empezar a conocer el chi que ocupa tu casa.
Si no consigues con todo lo anterior abrir tus campos energéticos, haz lo siguente:
- Compra magdalenas (más adelante te voy a proponer que las hagas tú)
- Invita a tu abuela, tieta viejuna o suegra.
- Apunta con rigor lo que comenta sobre tu salón.
- Acepta como un mandamiento ¡niño esto necesita ventilación!, ó ¡cariño tu madre no te ha dicho nunca que no te dejes toda la ropa por las sillas...!
- Por esta vez, escucha a la abuelita, entre magdalena y magdalena, como te explica por milésima vez, que en el pueblo cuando lavaban la ropa el desinfectante natural era el sol, el jabón era natural y reciclado (deja que te cuente que lo hacían con el aceite utilizado)
- Aprovecha esa INTELIGENCIA NATURAL de la abuelita e intenta APLICARTE EL CUENTO.
QUE EL CHI TE ACOMPAÑE
- Compra magdalenas (más adelante te voy a proponer que las hagas tú)
- Invita a tu abuela, tieta viejuna o suegra.
- Apunta con rigor lo que comenta sobre tu salón.
- Acepta como un mandamiento ¡niño esto necesita ventilación!, ó ¡cariño tu madre no te ha dicho nunca que no te dejes toda la ropa por las sillas...!
- Por esta vez, escucha a la abuelita, entre magdalena y magdalena, como te explica por milésima vez, que en el pueblo cuando lavaban la ropa el desinfectante natural era el sol, el jabón era natural y reciclado (deja que te cuente que lo hacían con el aceite utilizado)
- Aprovecha esa INTELIGENCIA NATURAL de la abuelita e intenta APLICARTE EL CUENTO.
QUE EL CHI TE ACOMPAÑE