El Feng Shui es fascinante, cuanto más conozco de él más me gusta.
Para estar al día en cualquier tema de interés hay que seguir estudiando y formándose. No sé qué pensarás equilibrista, pero hay temas que en las redes se banalizan de una manera increíble.
Cada día recibo todas las publicaciones que se hacen sobre el Feng Shui, el 95% hablan de como atraer "la buena suerte" con rituales increíbles, obviando las bases fundamentales del Feng Shui.
El mes de marzo es un momento de transición entre el invierno y la primavera. Los días empiezan a ser más largo y las temperaturas más cálidas. Es un mes lleno de energía renovada que anima a nuevos comienzos.
Me gustaría comenzar esta primavera con información sobre los tres tipos de suertes que contempla el Feng Shui.
Las tres suertes que rigen nuestra vida según este principio son la suerte celestial, la suerte terrenal y la suerte del ser humano.
Empecemos con la suerte celestial.
Según el feng shui, esta suerte está determinada por factores que escapan a nuestro control, como la hora y el lugar de nacimiento, así como las influencias astrológicas. Esta suerte nos brinda habilidades innatas y oportunidades que vienen "del cielo".
Para desarrollar esta suerte, el conocer nuestro número Ming Gua/suerte siempre nos puede servir de ayuda para optimizar los preceptos del Feng Shui.
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La suerte terrenal
Por otro lado, está relacionada con el entorno que nos rodea: nuestro hogar, lugar de trabajo, vecindario y demás. El Feng Shui nos enseña a armonizar estos espacios para promover la prosperidad y el bienestar.
El entorno incluye factores como la familia, la cultura, el grupo social, la educación, el contexto físico y las experiencias vividas. Estos factores ambientales interactúan entre sí y tienen el poder de influir en nuestras actitudes, creencias y comporta
El entorno físico en el que nos encontramos también puede influir en nuestra conducta. La temperatura, la iluminación, la disposición del mobiliario y los colores pueden afectar nuestro estado de ánimo y nuestra productividad.
Hoy en día tenemos muy claro que clase de "suerte" correremos dependiendo del lugar que nacemos, por ejemplo nacer en el primer mundo (Europa) o en el tercer mundo (África). Por desgracia, un niño nacido en Afganistán nunca tendrá lo que tiene un niño nacido en Suecia.
La suerte del ser humano
Se refiere a nuestras acciones y actitudes. Según el Feng Shui, esta suerte está influenciada por nuestras decisiones, esfuerzos y actitudes hacia la vida.
La importancia de la toma de decisiones radica en que es uno de los procesos cognitivos más complejos a los que se tiene que enfrentar el ser humano. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, realizamos infinidad de elecciones y toma de decisiones, muchas de manera inconsciente y otras de manera consciente.
El valor del esfuerzo no es innato, sino que es el resultado de un largo aprendizaje y que camina en paralelo junto a la motivación. Solamente existe el esfuerzo si pensamos que merece la pena luchar por algo. Esto es algo que nos inculcan desde pequeños o al menos a sí debería ser.
En cuanto a las actitudes, cada uno de nosotros tiene diferentes actitudes que a su vez nos hace ser únicos.
Las actitudes pueden influir en la forma en que una persona se comporta en situaciones específicas y en su capacidad para trabajar, adaptarse a los cambios, ser persistente y enfrentar desafíos. Ejemplos de actitudes pueden ser la motivación, la confianza, el entusiasmo, la paciencia, etc.
Espero que cuando leas este post veas que la suerte es algo que no se activa con rituales, sino que es algo mucho más profundo y como todo en esta vida requiere de actitud, esfuerzo y ... Aprovecho para recordaros que cualquier objeto que quieras adquirir relacionado con el Feng Shui entra en la tienda
¡Que un chi "suertudo" nos acompañe!
Imágenes de: Pixabay
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